15.1.07

Cosas que odio. Vol. I: Introducción

Dejamos momentáneamente la comedia "Esta Vida es una Mierda, y Yo soy un Pobre Infeliz", para adentrarnos en una no menos penosa sátira. Se titula "Cosas que Odio", y trata precisamente de eso.

A partir de ahora, las dos obras de teatro en la que todos los lectores sois los personajes principales (unos más que otros, algunos meramente secundarios, como un servidor) van a ir juntas, mezclándose a veces, otras tomando caminos distintos. Así que aseguraos de leer el título de la obra antes de meteros en escena.

Creo que lo mejor para empezar este primer acto es que os hagáis una idea de las cosas que odio en la personalidad de la gente que me rodea, para así poder continuar con la sátira sin tener que poner asteriscos y notas del autor.

Por cierto, notad la diferencia entre "Odio a la gente que..." y "Odio que la gente...". Hay un mundo.

Así las cosas, empezamos.

Odio que la gente escriba "haber", o "aber", cuando debería escribir "A VER". Separado, y con uve. Sí, creo que es el fallo que menos me gusta.

Detesto que la gente no me comprenda cuando intento expresarme. Porque "Te Quiero" no significa "Te Amo", por ejemplo. Y quien crea que sí, es que nunca ha sido capaz de amar. Igual que odio que la gente no distinga entre las expresiones "odio a la gente que..." y "odio que la gente..."

Odio a la gente que se puede describir en menos de diez páginas. O de cien. De hecho, odio a la gente cuya vida esté tan vacía como para poder ser escrita.

No aguanto a los supuestos periosistas que, en los deportes, digan que "El Real Madrid gana DE cinco goles". Odio, odio, odio, odio eso. El Madrid podrá ganar o perder POR cinco goles, pero no De nosecuántos.

No puedo soportar que, al entrar en el ascensor de mi casa y coincidir con la vecina del segundo, me pregunte siempre "¿Cogemos?" ¿Qué carajo vamos a COGER, señora? Si acaso, cabremos.

Odio que la gente no sepa Historia y trate de hablar como un historiador. Por ejemplo, esa señora que dice que "la raza española solamente tiene raíces romanas, griegas y cristianas". Aaay, por dios, cuánta ignorancia.

Odio, odio, odio, odio al presidente de mi país.

Odio muchísimo a la gente que dice que mi carrera "es una mierda que no sirve para nada". Te podrá gustar o no, y eso lo comprendo. Pero, N., te prometo que hay veces que te partiría la cara.

No aguanto el sistema educativo de este país. No aguanto a sus dirigentes, ni aguanto a la mayoría de la gente que vive aquí.

Odio que la gente opine "objetivamente" de cosas que no conoce. Como los que critican al islamismo sin haber leído el Corán o los que critican el cristianismo sin haber leído, por lo menos, el Nuevo Testamento.

Odio, por encima de casi todo, los nacionalismos. De cualquier tipo. El nacionalismo es la base de todos los fascismos, por mucho que la ERC intente demostrar lo contrario. Es, para empezar, la negación de la solidaridad. Solamente con eso, bastaría para desbancar cualquier opinión en contra.

Odio a la gente que cree tener la verdad absoluta en todos los aspectos de la vida. Por eso, muchas veces me odio a mí mismo cuando paro a pensar. Y a D.

Odio a los "artistas" (como el Nacho Cano) que, de repente y porque está de moda, se apuntan al carro de la Movida Madrileña. Cano, que sepas que contigo acabó, farsante.

Odio que la gente no sea clara. Desearía que todos dijéramos lo que pensamos, saltarnos por fin la hipocresía de la sociedad en la que vivimos. Me parece lamentable que la gente tenga que tragarse su propia lengua "para que nadie se sienta ofendido".

Odio que la gente diga que el punk es todo letra, cuando desde sus inicios, es todo lo contrario. Si no, que le pregunten a los Ramones (Sheena is a punk rocker), a los Sex Pistols (no feelings), a los Dead Kennedys (I kill children), Larsen (Nacido de la pota de un punk), o Siniestro Total (Las tetas de mi novia tienen cáncer de mama). La esencia del punk, para todos los nuevos bodoques que van de punkis porque está de moda, es el ritmo fácil, la austeridad, y las letras sencillas y terriblemente ofensivas, sin ningún sentido. Y al que diga que no, que se vaya al Rock'n'Roll High School.

Odio no poder razonar con la gente. Odio la violencia. Odio que no se comprenda la diferencia entre Mod y funk. Odio tantas cosas.... nunca acabaría.

Pero, sobre todo, me odio a mí mismo. Porque me conozco mejor que nadie.

Alegría, peña, que me voy a París.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno.. menudo blog de ideas enfermas, tío. A VER si le dedico más tiempo a leerlo porque creo que tiene mucha miga.

Y para terminar una frase propia que viene por la frase VOMITADO POR DANI:

"Siempre hay algo que vomitar".



Álvaro.