El desarrollo espiritual que se consigue a través del sufrimiento es el que más nos marca, nos guste o no.
En este caso, las rosas a mi espalda se oponían a la promesa de vida familiar que representaba aquella casa... no comprendo cómo mis nervios podían resistirlo. Estaba ahí, sentado frente a ella, sin poder decir una palabra. Yo pensaba si no se daría cuenta de nada.
A todos nos toca sufrir, y aguantar ese sufrimiento, para conseguir ese desarrollo. La pregunta es, "hasta cuándo". Hace ya tiempo que tuve más que suficiente... y no he querido soltar un suspiro más.
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1 comentario:
la vida es algo absurdo, sin sentido, e intentamos darle uno. Pero para que?
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