5.2.07

Cosas que odio, vol. VI (o sobre los instintos)

... Y es que no somos más que monos, joder.

Hoy, viendo un programa de REDES, de Punset, he descubierto, para variar, otra de esas verdades de la vida que hacen que te sientas aún peor contigo mismo.

Resulta que tenía razón. Resulta que el amor no es más que hormoneo vil. Resulta que la dopamina es lo único que nos hace sentir enamorados. Vaya una mierda. Y yo pensando que a lo mejor estaba equivocado, que existía el alma, que quizás no se podría discernir la causa última del amor.

Pues ya véis que sí. Mierda, mierda, mierda. ¿Quién me corta las venas?

De todos modos, también he visto cosas mínimamente esperanzadoras... resulta que el amor y el odio están muy unidos... los dos liberan la misma hormona y causan (más o menos) las mismas sensaciones: no dejas de pensar en la otra persona, bla bla bla.

Resulta que el opuesto al amor no es el odio, sino la indiferencia. Ese momento en el que la dopamina vuelve a sus niveles normales.

Bueno, tampoco es taaan terrible, siempre y cuando nuestros niveles de dopamina no bajen por debajo de lo normal y haya que deprimirse, llorar las pérdidas y etcétera. Por lo visto, es una técnica de catarsis que tiene nuestro organismo para empezar de cero...

Pero todo esto NO acaba aquí. Resulta que (Angy, si estás leyendo esto, sácate los ojos inmediatamente, no deberías seguir adelante). Resulta que "la llama del amor" solamente dura cuatro años... debido, de nuevo, a una de estas mierdas de adaptaciones evolutivas... Parece ser que cuando una mujer tiene un niño, no ovula óvulos igual de fértiles hasta unos cuatro años después (por los regímenes, la larguísima lactancia de las larvas humanas, etc). Así que el varón que, como siempre, ha sido la parte más puta de una relación con enmarronamiento, decide (inconscientemente) buscar nuevas mujeres fértiles para asegurarse la perpetuación de su material genético y todas esas chorradas que dicen los biólogos.

... y sin embargo, sigo odiando todos estos instintos, todas esas mierdas... odio que tengan explicación química. No, me niego a creer que todo sea pura química. Para algo soy de letras. ¡Para algo tenemos poetas!

Be my candy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

BIEN POR MI, BIEN POR MI!!!!

jajajaj