20.11.08

Acto Segundo

Cuando los hombres no buscan ya ser libres, se ponen en manos de quienes proporcionen un espejismo de seguridad... un hombre que no es libre padece de espejismos, como en los desiertos... Hay pueblos que ya han perdido su digndad de pueblos. Viven de la limosna. Piden que los guíen, como mendigos ciegos, no les importa adónde. Algunas personas, sin embargo, conservan, o recobran, su vocación de héroes y, como aquella cabra de la mitología, puede amamantar otra vez mundos.

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