20.11.08
Acto Segundo
Cuando los hombres no buscan ya ser libres, se ponen en manos de quienes proporcionen un espejismo de seguridad... un hombre que no es libre padece de espejismos, como en los desiertos... Hay pueblos que ya han perdido su digndad de pueblos. Viven de la limosna. Piden que los guíen, como mendigos ciegos, no les importa adónde. Algunas personas, sin embargo, conservan, o recobran, su vocación de héroes y, como aquella cabra de la mitología, puede amamantar otra vez mundos.
17.11.08
11.11.08
#16
Daría lo que fuera por abrazarte esta noche.
Sobre todo porque adonde veo los cuerpos van enlazados de a dos
Y me di cuenta que cuando hace frío te extraño mas.
Sobre todo porque adonde veo los cuerpos van enlazados de a dos
Y me di cuenta que cuando hace frío te extraño mas.
10.11.08
Conversaciones con mi alma. Vol. 1
-¿En qué piensas?
-Pienso en el fracaso de mi juventud... y en el de la tuya.
-¿En el de la mía? Se fracasa cuando se intenta algo sin éxito. Tú has fracasado porque has buscado el amor y la felicidad inútilmente. Pero ¿yo?..., yo en mi vida he buscado nada...
-... Por miedo a no encontrarlo.
-Quizá. A lo mejor. ¿Un cigarro?
-Sí, gracias. Sin embargo, esta noche, por primera vez, te he visto emocionado...
-Es cosa del estómago. Me ha ocurrido en otras ocasiones, pero comiendo se me quita. La materia y el espíritu están cerca... parece ser que un sabio austríaco ha descubierto que el romanticismo es una afección gástrica. Y ya sabes que el rubor obedece a un defecto de circulación. Yo ahora mismo debo de tener algo en el hígado... aparte de eso, coincido contigo en que la vida es una broma de mal gusto.
-Pienso en el fracaso de mi juventud... y en el de la tuya.
-¿En el de la mía? Se fracasa cuando se intenta algo sin éxito. Tú has fracasado porque has buscado el amor y la felicidad inútilmente. Pero ¿yo?..., yo en mi vida he buscado nada...
-... Por miedo a no encontrarlo.
-Quizá. A lo mejor. ¿Un cigarro?
-Sí, gracias. Sin embargo, esta noche, por primera vez, te he visto emocionado...
-Es cosa del estómago. Me ha ocurrido en otras ocasiones, pero comiendo se me quita. La materia y el espíritu están cerca... parece ser que un sabio austríaco ha descubierto que el romanticismo es una afección gástrica. Y ya sabes que el rubor obedece a un defecto de circulación. Yo ahora mismo debo de tener algo en el hígado... aparte de eso, coincido contigo en que la vida es una broma de mal gusto.
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