19.10.09

Cosas mías. Sin Volumen.

-Mi mujer tocará el piano.
-¡El piano! y eso ¿para qué sirve?
-¿Para qué sirve? Pues ahí estriba su mayor encanto, en que no sirve para maldita de Dios la cosa, lo que se llama servir. Estoy harto de servicios. Además, el piano... realmente, sí sirve.
Sirve para llenar de armonía los hogares y que no sean ceniceros.
-¡Armonía! Y eso, ¿con qué se come?

Me gusta esta costumbre de la rúbrica, por lo inútil...

1 comentario:

Camille dijo...

y con la guitarra, funciona?! :)