Esto me lo recitaba mi yaya cuando era pequeñito, igual que mi abuelo me recitaba lo del Sabio, de Calderón de la Barca. No sé si me acordaré del todo bien, pero ahí va:
El niño:
- Mariposa, vagarosa,
rica en tintes y en donaire,
¿qué haces tú de rosa en rosa?
¿de qué vives en el aire?
La Mariposa:
- ¿Yo? De flores y de olores,
y de espumas en la fuente,
y del sol resplandeciente
que me viste de colores.
El niño:
- ¿Me regalas tus dos alas?
son tan lindas... ¡te las pido!
¡Deja que orle mi vestido
con la pompa de tus galas!
La Mariposa:
- Tú niñito, tan bonito...
tú que tienes tantos trajes
¿Por qué envidias un ropaje
que me ha dado Dios bendito?
¿De qué alitas necesitas
si no vuelas cual yo vuelo?
¡Qué me resta bajo el cielo
si mi todo me lo quitas?
Días sin cuento de contento
El Señor a ti te envía,
mas mi vida es solo un día,
no me lo hagas de tormento.
(el niño insiste):
- ¿Me regalas tus dos alas?
son tan lindas... ¡te las pido!
¡Deja que orle mi vestido
con la pompa de tus galas!
La Mariposa:
-Tú niñito, tan bonito,
Tú que tienes tantos trajes.
¿Te divierte dar la muerte
a una pobre mariposa?
¡Ah! Quizá sobre una rosa
me hallarás bien pronto inerte.
Esta queja de amargura
Y una gota de miel pura
Le ofreció con dulce guiño
Ella ansiosa vuela y posa
En su palma sonrosada
Y allí mismo ya saciada
Y de gozo temblorosa...
Expiró la mariposa.
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